Durante décadas, la comunidad trans ha luchado por ser reconocida y visibilizada como individuos con derechos, desafiando los estereotipos y prejuicios arraigados en la misoginia, el machismo y la transfobia.
Durante décadas, la comunidad trans ha luchado por ser reconocida y visibilizada como individuos con derechos, desafiando los estereotipos y prejuicios arraigados en la misoginia, el machismo y la transfobia.
Desde su infancia en Santo Domingo nunca encajó en ningún lugar. A golpes, la enseñaron a despreciarse a sí misma. Se encerró en una secta evangelista. Luego en los estudios, que la salvaron de la depresión, pero la volvieron a meter en una jaula. Ya de adulta encontró una puerta para escapar, para ser por fin libre.